Con partida en el Fuerte San Diego (1723), en la frontera de la Guerra de Arauco, Tucapel fue punto de intercambio entre pehuenches y españoles, en medio de un microclima que perdura hasta hoy, permitiendo cosechar castañas, cerezas, duraznos, membrillos y mosquetas para típicas mermeladas ofrecidas en eventos tradicionales donde toman cuerpo costumbres y sincretismo cultural. Son: semanas Huepilina, Trupanina; festivales Arco Iris, Laguna; fiestas costumbristas del Cordero, Cóndor (todas, enero y febrero), Cordillerana y Rodeo (septiembre), San Francisco y Cruz del Trigo (octubre), la Virgen (diciembre). Entre los espacios naturales, están la Bocatoma Tucapel (plato típico de salmón), ríos Huépil y Cholguán, lagunas El Manco y Trupán. También, se escucha la leyenda del Puente de las nueve niñas, en Huépil.